Y de repente el viento atrajo a un caballero con la sonrisa firme y la mirada tierna El humor revestía sus palabras y fueron sus versos los propios para evocar un quizá Ella no esperaba su llegada y él simplemente afirmaba sus pasos y de salida cabe destacar Bastó un instante para mirarse y descubrirse Bastó una sonrisa para avivar la curiosidad Bastó el receso para intercambiar miradas Bastó una broma para provocarlo Bastó un chiste para cautivarla Ellos saben que son dos caminos paralelos que han roto la ley de la gravedad para unirse Ellos desconocen de la física que formuló esa ecuación Ellos apenas van gota a gota en el océano de sus historias Pero ellos tendrán que decidir sí escribir prosas en barroco o anular toda poesía. Y éste es el primer poema del jazz que comenzamos a entonar... 11.6.24 12:40AM #
Espacio de los poemas de Ruth Esther Llauger