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H, h, o... y solo un poquito...

                                    

Buenas noches Laura! Hoy estás un poquito más rota, un poquito más herida, un poquito más confusa...

Buenas... No tan buenas, pues en el puerto donde fuiste a buscar agua, te encontraste con un desierto y eso que a lo lejos se veía cristalina, dulce, pasiva y un poquito más...

Tarde te diste cuenta que era un fantasma vestido de espejismo, era un abismo vestido de montaña y no, no supiste frenar antes del borde y caíste, caíste sin saber nadar en las aguas secas de ese agujero nefasto. 

Respiraste y solo un poquito bastó para que te ahogaras cada vez y ese poquito no bastó para plantar flores en el abismo, tuviste fe para sembrar pero las garras del desierto arrancaban los pétalos cada vez con más crueldad...

Laura, ahí aprendiste a ver la flor llamada Hombre, el clavel llamado hombre y el pétalo de otoño llamado ombre y escribiste estos versos: 

Gracias al Hombre por ser valiente, por cuidar mi corazón, por vestirse de educación y adornarme de caballerosidad, gracias por ser Hombre y tener un Hombro con la fuerza para sostener a una dama, Gracias porque un Hombre viste de dama a todo su jardín y lo protege con una mano exquisita, aunque su destino no sea éste en su propósito final, pero el Hombre se engalana de Valor.

Y ti, a tí hombre que tienes voces altas pero tonos muy bajos, hombre que porta un documento para recordar que no es mujer, hombre que tiene luces y las sombras luchan con un poquito más de euforia... A tí, que te faltan unos tantos para ser Hombre y solo recuerdas la corbata para no perder la costumbre, a tí no te puedo decir gracias, aunque fuiste muy amable al enseñarme lo que no es un Hombre...

Y estás tú, un poquito más distante pero con un sonido desgarrador, estás tú banal ombre, si... no es que sea una falta ortográfica, es que la h la perdiste en el mismo lugar donde perdiste el alma, porque eres eso; un ser sin sangre, sin latidos, sin pulso, eres el ombre que no aprendió a cuidar, pero exige que lo cuiden, eres el ombre que no sabe defender pero clama por defensa, eres el ombre que conquista para escribir un nombre más en su lista, pero ni recuerda los apellidos, eres el ombre que se complace en recibir, mas cierra sus deseos con tal vileza, eres el ombre capaz de decirle a una mujer: no me interesas como mujer, con tal frialdad que retumba en el infinito, eres el ombre que no mide sus palabras pero pretende medir las reacciones de Laura, eres aquel ombre que dejó a Laura plantada en el mismo jardín que le pediste un poquito más, tú ombre que eres sinónimo de desprecio, de maltrato y de descaro... 

A tí, ombre que no puedes ver más allá de tus pupilas... A tí te borro de mi historia, aunque hay un ángel que me recordará de cuando en vez que fuí la madre de tu primera cosecha, pérdida sin retorno... y aún tenga que quitar la h, prefiero tener una istoria con un Hombre, que repetir un calvario con una bestia que ni entiende que solo llega a ser ombre.

Y ahí Laura descubre que el poquito era él.


25-4-24 12:34AM


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