Tan dulces son
tus letras, que tu presencia las desmienten,
tan ocaso son tus tiempos que
te hiciste atemporal,
tan activo es tu verbo que el
predicado no supo conjugar al sujeto.
Tu oración narraba una historia
y mi prosa tenía otra intención...
Permíteme y te explico:
No quiero tus horas, solo
quiero tus instantes.
No me interesa nadar en tus
océanos, con tomar el sol a la orilla de tu río me es suficiente.
No quiero domar al tigre, solo
tengo entradas al zoológico.
No pretendo vivir en tu
caserío, solo vine de visita a tu posada.
Mi boleto es de ida y vuelta,
pues el de estadía no alcanzaba en mi calendario.
Así que mejor guarda tu ego y
esboza tus sombras,
pues ellas te serán más útiles
en este viaje de ocurrencias e intelecto,
donde ya te dije que las intenciones son homólogas
y las razones son imberbes. #V 11:31pm 25/12/19
Este poema fue un boche a alguien que tuve que ubicar, pues el ego era mas grande que el gusto que yo pude sentir, así que le di una pequeña pastilla de ubicatec 500..
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