Y nos quedamos a la mitad, a la mitad del todo, y concluyendo en la nada.
Con entusiasmo nos acercamos al puerto y fue más el festín del camino, que el goce pleno del dedalo momento en el cual supuse que no habría un detonar al menos; de ambos polos, pues solo uno de ellos llegó al ecuador buscado, pero el polo sur, respiró amargo al no sentir un detonar.
Solo uno, era suficiente; quizá varios hubieran sido un desglose de realismo, pero el uno no llegó ni por espejismo inerte. Se prometieron fronteras; que si se respetarán, pero a la ultranza se abre la pesquisa y justo ahí llega la carta con una línea en blanco....
Será llenada con la conclusión del viaje frustrado por el pronto volar del pajarillo? Habrá una próxima vez para darnos cuenta si el final es un delirio o un cuento de hadas que jamás debió ser creído?
PD: Tanto esquivar el paisaje, para morir sin tocar los rayos del sol. #B
2015
Poema de Ruth Esther Ramírez (Llauger)
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