Por más que intenté odiarte, mis ganas de salvar tu memoria resucitaron la fortaleza de tus instantes.
Por más que quisiera retornar en la vía en la cual no cruzaba tu mirada, los roces de tus manos aún palpitan en los cruces climáticos de mis amazonas.
Por más que quisieras creer que aun anhelo provocar una catarsis utópica, entre los seres que le dieron vida a una historia tan humana y tan vehemente, la dignidad de mis lágrimas nos recuerda el imposible del quizá.
Por más que no exista el quizá, innegable es la angosta realidad del suspiro que evoca cada uno de los sentidos que vulneran la gradación entre tu recuerdo, entre mis instintos.
9.3.21
Poema Ruth Esther Ramírez (Llauger)
Comentarios
Publicar un comentario