Ella caminaba
tan sutil que a su paso, solo dejaba admiración y nada más
Ella; ella era tan pulcra que
siquiera sospeché que, entre sus huesos se escondía otro ser
Que en las horas de locura era
experta y una maestra en el arte del placer.
Y yo, yo estaba ciego, pues no
veía más allá de su apariencia
No me atrevía a suponer que era
ella; la gran señora, gran amante, y tan inquieta, que lograría dibujar sin un
pincel.
📝
Y es ella la que no esconde sus
sentidos entre los cuerpos, la que se viste de gran dama y elegancia, la que
descubre un punto nuevo en cada encuentro
La que suspira con la lluvia o
tus besos
Y sus gemidos dicen vida a toda
voz.
Ella; la sutileza encarnada en
su ser
Yo; el ingenuo que me pensaba
diestro
Pero fue ella la que dispuso
ese centro, que cambiaría mis destrezas al amar.
Y en ella descubrí lo atrevido
vestido de mujer.
📝
Y es ella la que no esconde sus
sentidos entre los cuerpos, la que se viste de gran dama y elegancia, la que
descubre un punto nuevo en cada encuentro
La que suspira con la lluvia o
tus besos
Y sus gemidos dicen vida a toda
voz.
Y en otros ojos, sigue siendo
una dama.
5.7.21 Poema escrito por Ruth Esther Ramírez (Llauger).
Aunque es mas que un poema jajaja...
Comentarios
Publicar un comentario